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¿Eres víctima de la exposición a materiales tóxicos?

Cuando las personas piensan en la exposición a materiales tóxicos, suelen pensar en productos químicos fuertes. Sin embargo, la realidad es que este tipo de exposición no se limita a laboratorios. Varios puestos de trabajo corren el riesgo de estar expuestos a materiales tóxicos.

Sustancias como el amoníaco, cloro e incluso el asbestos pueden provocar exposición tóxica si se inhalan directamente o en grandes cantidades. Si este es tu caso, tienes derecho a una compensación laboral.

La responsabilidad de tu empleador

Los empleadores tienen la responsabilidad de manejar los materiales peligrosos de acuerdo con las regulaciones de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA).

Cualquier fabricante o transportista de productos químicos debe evaluar los riesgos del material con el que trabajan y proporcionar etiquetas adecuadas, así como capacitar a sus empleados sobre su manejo.

Los empleadores que almacenan materiales tóxicos en el entorno de trabajo deben etiquetarlos correctamente y entrenar a sus empleados en su manejo seguro.

Los empleadores deben identificar y evaluar los riesgos respiratorios en el lugar de trabajo y seguir las regulaciones de la Ley.

Los trabajadores se exponen a toxinas y químicos peligrosos a diario, lo que puede resultar en diversos tipos de lesiones o enfermedades, algunas de ellas fatales. Estas sustancias tóxicas pueden adoptar varias formas: gases, líquidos, sólidos y partículas en suspensión.

Los materiales tóxicos más comunes incluyen el asbestos, mercurio, plomo, amoníaco, benceno y otros. Las principales vías de exposición al cuerpo suelen ser la inhalación, el contacto con la piel (u ojos) y la ingestión.

Principales afecciones de la exposición a materiales tóxicos

Las lesiones o enfermedades resultantes de la exposición a materiales tóxicos varían según el tipo y la duración de la exposición, pero en general pueden incluir:

  • Daño neurológico.
  • Quemaduras.
  • Irritaciones en la piel.
  • Cáncer y leucemia.
  • Asma.
  • Pérdida de la visión.
  • Trastornos neurológicos, como el Parkinson.
  • Dolores de cabeza, náuseas y mareos.

Es fundamental que los empleados afectados por cualquiera de estas enfermedades o lesiones reciban la compensación que merecen. En Meline & Vargas, APC, creemos que debes recibir el respaldo necesario para afrontar los gastos médicos y personales.

No importa si tu empleador ha tomado todas las medidas necesarias; eso no impide que puedas presentar tu caso para una compensación por lesiones. Ten en cuenta que el sistema de compensación para trabajadores es sin culpa; la recuperación no se basa en la culpabilidad.

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